Más Tipos de árboles

Arbutus unedo

Arbutus unedo

 

También conocido como madroño (castellano), arboç (catalán), gurbitza (euskera) y érbedo (gallego). Es un árbol pequeño caracterizado por ser muy llamativo a simple vista, por el color intenso de sus frutas y por la cantidad de flores que posee.

Conoce al arbutus unedo

Es un espectacular arbolito o arbusto de poco tamaño, preferido por muchos, como árbol ornamental en sus jardines e incluso parques públicos. Posee una copa apretada muy regular y redondeada, capaz de dar una sombra excelente para aquellos que se acerquen a recolectar sus dichosos frutos. También es excelente para ser visto en las calles por su buena tolerancia a la contaminación.

Detalles del arbutus unedo

Es un árbol perennifolio de crecimiento lento con una longevidad relativamente corta, alcanzando los 25 o 30 años de edad aproximadamente, aunque con un buen cuidado y mantenimiento puede llegar a superar los 100 años. La primera característica llamativa de este ejemplar es su tamaño, que es muy pequeño, apenas puede alcanzar los 8 metros de altura, y rara vez llega a los 10 metros.

Posee un tronco retorcido y muy ramificado, pocas veces recto, presentando una corteza de color rojo oscuro en ejemplares jóvenes, pero a medida que va creciendo, este pasa a un tono pardo o a veces gris; además, es muy quebrada, áspera y con diversas escamas, presentando brotes rojos con pelos largos.

Sus hojas tienden a ser muy largas y poco anchas, con unas medidas de 10 a 15 centímetros de longitud, y una anchura de apenas 5 centímetros. Estas tienen un diseño dentado que apenas se ve, son de color verde oscuro por encima y más claro por debajo. Asimismo, presenta pequeños pelos en la base, que se encuentran sostenidas por pecíolos de hasta 1,5 centímetros de largo y son de color rojizo.

Sus flores tienden a salir en otoño al momento de sus frutas, tienen forma de campana cerrada con una longitud de 9 milímetros y presentan un color blanco llamativo, aunque también se pueden mostrar en colores verde o rojos muy claros. Se mantienen en racimos péndulos de gran tamaño, lo cual tiende a ser un factor atrayente en ellas.

Sus frutos son unas bayas que miden 2 centímetros de longitud, las cuales son de color amarillo al nacer, pero a medida que crecen obtienen un color rojo muy hermoso. Su textura es granulada, y dentro de ellas se encuentran una cantidad relativamente alta de semillas pequeñas y angulosas.

Sobre su ecología

Se trata de un árbol tolerante a la contaminación, siendo capaz de convivir en bosques mixtos de barranco, encinares, y diversos bosques húmedos. Prefiere los suelos frescos, con buena cantidad de nutrientes y buen drenaje. Debe tener contacto con el sol, aunque también puede subsistir en las semi sombras. Una peculiaridad es que puede tolerar los suelos con cal, a diferencia de otras especies parecidas.

En cuanto a su propagación, se puede dar por semillas o por estacas. La primera se basa en semillas obtenidas del fruto, las cuales deben estratificarse por 6 semanas, y luego plantarse a una temperatura de 20° para obtener una germinación en un tiempo aproximado de 2 a 3 meses; mientras que la segunda, se basa en plantar estacas con unas medidas de 15 o 20 centímetros en un ambiente caluroso, las cuales suelen tardar en arraigar, pero el resultado obtenido será un clon de la planta principal.

Cabe destacar que, este ejemplar no requiere de muchos cuidados, pues puede tolerar muy bien la contaminación y los suelos calizos, pero se puede recomendar limpiar los frutos fermentados que caen de la planta para asegurar un ambiente armonioso.

Situación geológica del madroño

Situación geológica del madroño

Situación geológica del madroño

 

Es nativo de las zonas mediterráneas, precisamente en los matorrales secos o de maquia; también suele verse en las islas atlánticas hasta Irlanda. En la Península Ibérica y sobre todo en España, es muy visto en casi todas las provincias como árbol ornamental, pero es descartada de las zonas secas con mucho grado de temperatura.

Datos curiosos del madroño

Las frutas del madroño poseen componentes alcohólicos cuando se fermentan, es decir, tienen el mismo efecto que pueden ofrecer los distintos licores. Por otro lado, en el escudo de Madrid se puede apreciar un oso intentando trepar un árbol de madroño, siendo un dato muy llamativo entre los jardineros y amantes de las plantas.

Finalmente, su madera presenta usos en el área de carpintería y medicina, ya sea para crear mangos de herramientas, o actuar como antiséptico urinario.

 

Más Tipos de árboles