Aphelandra squarrosa

Aphelandra squarrosa

La planta Aphelandra squarrosa, o comúnmente conocida como “Afelandra”, es una especie originaria de Brasil caracterizada por sus peculiares hojas, las cuales presentan unas nervaduras muy marcadas. Esta planta perteneciente a la familia de las Acantáceas, posee una excelente combinación de hojas y flores, ya que ambas cuentan con un valor ornamental muy alto; por lo que su belleza podrá ser apreciada en cualquier momento del año.

Un punto que se puede destacar de la especie, es que sus cuidados son parecidos a muchas plantas de interiores, siendo una especie muy fácil de cultivar siempre y cuando se encuentre en un ambiente beneficioso. Asimismo, resulta excelente para adornar nuestros hogares u oficinas con acceso a buena iluminación.

Detalles de la Aphelandra squarrosa

Detalles de la Aphelandra squarrosa

Detalles de la Aphelandra squarrosa

 

Se presenta como un arbusto siempre verde, dispuesto de tallos carnosos y mostrando un porte erecto y compacto. Suele alcanzar alturas de hasta 2 metros si se mantiene en exteriores y con sus debidos requerimientos ambientales; mientras que, en interiores, rara vez suele pasar los 50 centímetros cuando se cultiva en maceta.

Cuando observamos un ejemplar de afelandra, lo primero que podemos presenciar son sus hermosas y exóticas hojas, las cuales se presentan de un color verde muy oscuro, pero resaltando sus nervaduras de color blanco marfil sumamente brillantes. En cuanto a la estructura de las mismas, son simples, opuestas, con una formación oblongo-elíptica, de bordes enteros, ápice puntiagudo, coriáceas y muy brillantes por el haz; teniendo una medida aproximada de 20 a 30 centímetros de largo por 8 a 10 centímetros de ancho.

Cabe destacar que, existen ocasiones de verano en las que aparecen unas pirámides puntiagudas de brácteas en el extremo de los tallos, presentándose de color amarillo, textura escamosa y, de ello, nacen unas hermosas y pequeñas flores tubulares. Estas flores suelen resaltar mucho en el ejemplar, pero tienen la peculiaridad de que se marchitan al poco tiempo de haberse desarrollado, manteniéndose la bráctea sola en la planta durante un período más largo.

Propagación de la Aphelandra squarrosa

La propagación de la planta suele ser una tarea relativamente fácil, la cual se realiza mediante esquejes obtenidos en primavera, y se puede llevar a cabo satisfactoriamente de acuerdo a los siguientes pasos:

  1. Se toman esquejes de 7 a 10 centímetros, los cuales deben provenir de los nuevos tallos que previamente brotaron en la primavera.
  2. Seguidamente, se añaden hormonas de enraizamiento y se introducen los esquejes en una mezcla de turba y arena, donde la temperatura debe ser cálida y no puede ser inferior a los 21ºC.
  3. Los esquejes deben mantenerse siempre húmedos y se le debe añadir un plástico transparente encima de la maceta usada, para que finalmente podamos apreciar como la planta empieza a desarrollarse.

Cuidados de la Aphelandra squarrosa

Cuidados de la Aphelandra squarrosa

Cuidados de la Aphelandra squarrosa

 

Por ser una planta de interiores, sus requerimientos ambientales suelen ser muy prácticos y sencillos, pero si se descuida durante un período indeterminado, podríamos empezar a observar anomalías en la planta, por lo que se recomienda cumplir con los siguientes cuidados:

  • Necesita de iluminación, pero sin tomar los rayos solares de forma directa, siendo recomendable ubicarle en alguna zona cerca de una ventana con cortinas claras, para que el sol pueda cumplir su trabajo iluminador de manera indirecta.
  • La temperatura debe ser cálida, manteniéndose en el rango de los 18 y 25ºC, pero luego de haber efectuado el proceso de floración, se puede optar por ubicarle en un lugar con temperatura más fresca.
  • El sustrato debe ser aireado, drenante y siempre húmedo, es decir, no podemos dejar que se seque por completo, por lo que debemos regar el terreno dejando un día de por medio cuando se trate de la estación de primavera y verano, tomando en cuenta que el follaje no se debe mojar.
  • En cuanto al abono, se puede decir que el proceso es un poco más complejo, ya que se debe adquirir harina de hueso y suministrar 10 gramos cuando se realice el cambio de maceta en primavera; esto con el fin de activar la floración y dar un aspecto más compacto y ramificado en el ejemplar. Además, en la estación de primavera y media parte de verano, se debe optar por añadir abono químico al riego.
  • Es una planta que tolera la poda, y se debe realizar para despuntar los tallos del ejemplar, dejando al menos 2 o 3 yemas que, posteriormente, volverán a brotar.