Ficus benjamina trenzado

Ficus benjamina trenzado

El Ficus benjamina trenzado es conocido por ser una variación muy peculiar del Ficus benjamina, presentando un tronco sumamente ornamental, pero a su vez muy difícil de lograr. También es conocido como “Helecho”, y es una especie originaria del sur de Asia y Australia, siendo actualmente uno de los arbustos de interior más solicitados en los lugares donde se distribuye.

Se trata de una planta que podemos modificar a nuestro antojo, pues su hermoso porte es logrado por medio de la acción de diversas podas; es decir, podemos decidir su tamaño o densidad de follaje, pero basándonos en los límites del clásico Ficus benjamina.

Detalles del Ficus benjamina trenzado

Detalles del Ficus benjamina trenzado

Detalles del Ficus benjamina trenzado

 

Presenta exactamente las mismas características de un Ficus benjamina normal, variando considerablemente en su peculiar tronco, pues en esta ocasión aparece de forma esculpida o como su nombre lo indica, trenzado, formado por un conjunto de Ficus benjamina que se unieron en un mismo punto, siendo capaz de alcanzar una altura promedio de 1,40 a 1,50 metros.

Su follaje cuenta con diversas hojas perennes, presentadas de forma alterna, elípticas o aovadas y simples. Miden de 5 a 10 centímetros y su color tiende a ser de un verde muy brillante y llamativo, por lo que combina muy bien con su tronco ornamental.

Es una planta monoica, es decir, presenta flores masculinas y femeninas en un mismo ejemplar. Sin embargo, son poco vistosas, pues se presentan de un tamaño muy pequeño y son de color blanquecino o amarillento.

Si llegara a ocurrir la fecundación de las flores, producirá unos frutos de pequeño tamaño y forma ovalada, los cuales son de color amarillo al inicio, luego se vuelven rojos para finalmente mostrar un color morado muy oscuro. Por otra parte, su carácter ornamental es prácticamente nulo; no obstante, puede servir para alimentar algunas especies de aves.

Obtención del Ficus benjamina trenzado

La formación del Ficus benjamina trenzado empieza desde sus inicios en el vivero, siendo cultivado en un invernadero, empezando por obtener diversos esquejes del Ficus benjamina, los cuales van sembrados en una única maceta.

Cuando observemos que la planta empiece a desarrollarse, optaremos por podar las ramas laterales y sus hojas, para así dejar que las ramas principales empiecen a trenzarse a medida que vayan ganando más longitud.

Una vez que el ejemplar alcance la altura que tanto anhelamos, procederemos con podar las ramas principales. Seguidamente, le aplicaremos más podas de formación a medida que pasa el tiempo para ir dando la forma a la copa y, finalmente, obtendremos una planta de Ficus benjamina trenzado.

Cuidados del Ficus benjamina trenzado

Cuidados del Ficus benjamina trenzado

Cuidados del Ficus benjamina trenzado

 

Por tratarse de una variedad del Ficus benjamina, los cuidados que necesita deberán ser exactamente iguales a la misma. Algunos de ellos son:

  • Se debe colocar en alguna zona con mucha iluminación, pero sin tener contacto directo con el sol. Sin embargo, puede tolerar los lugares poco iluminados, pero al pasar los días, empezaremos a notar como las hojas empiezan a caer y adquieren manchas de color amarillo o blanco.
  • Es una especie que se puede adaptar a una amplia gama de temperaturas, pero sin llegar a las heladas, por lo que se recomienda mantener como mínimo 13ºC de temperatura en invierno; mientras que en el verano delimitarle hasta los 24ºC. Cabe destacar que, existen zonas donde se puede ubicar en el exterior, pero su acceso al sol no debe ser tan prolongado.
  • En cuanto al sustrato, es indiferente al tipo de suelo. Ahora bien, el drenaje y la materia orgánica son factores que debemos tener en cuenta al momento de escoger el terreno a sembrar.
  • Se puede optar por pulverizar al ejemplar, aunque no es algo que le genere mucha exigencia, pero si se desea, se puede realizar diariamente en donde la temperatura no baje los 15ºC.
  • El riego de la planta se puede realizar con poca abundancia; es decir, con al menos 2 veces en verano y cada 8 o 10 días en invierno será más que suficiente. Además, debemos tomar en cuenta que el sustrato debe haberse secado casi en su totalidad para posteriormente aplicarle nueva cantidad de agua, ya que no tolera en lo absoluto los encharcamientos.
  • Podemos optar por aplicar abono al sustrato cada 15 días en la temporada de primavera y verano, siendo recomendable que el fertilizante sea líquido y especial para plantas de hojas verdes. Asimismo, resulta beneficioso añadir hierro al agua al menos una vez al mes, pues así evitaremos la aparición de tonos amarillos en las hojas del ejemplar.