Ficus benjamina

Ficus benjamina

El Ficus benjamina, también conocido como “Ficus de hojas pequeñas”, o comúnmente en algunas zonas como el “Matapalo”, es una planta del género Ficus dedicada a ser cultivada en espacios de exteriores, pero que, a su vez, tiene buena fama de ser preferida por muchos jardineros en ambientes de interiores, pues resulta ser un árbol sumamente fácil de mantener.

Una característica que le diferencia de muchos Ficus son sus hojas, las cuales son las más pequeñas de su género; sin embargo, su altura total suele ser moderadamente grande.

Detalles del Ficus benjamina

Detalles del Ficus benjamina

Detalles del Ficus benjamina

 

Se trata de una planta originaria de Asia, la cual suele alcanzar enormes tamaños de hasta 30 metros de altura, aunque normalmente cuando lo cultivamos en nuestros jardines no suele pasar de los 15 metros. Por otro lado, se puede destacar que la planta tiene la capacidad de crecer perfectamente tanto en exteriores como en interiores, siendo muy destacada en el último ámbito.

Posee unas ramas péndulas, delgadas y llenas de hojas, las cuales tienen la característica de ser perennes o siempre verdes; es decir, no suelen caer de la planta incluso en temporadas de otoño o invierno. Dichas hojas se presentan aovadas o elípticas, de ápice acuminado, y tienen una medida que ronda entre los 6 y 13 centímetros.

Cuidados del Ficus benjamina

Cuidados del Ficus benjamina

Cuidados del Ficus benjamina

 

Es una planta que se puede considerar de ambientes mixtos, y esto se debe a su capacidad para subsistir tanto en exteriores como en interiores, por lo que sus cuidados tienden a ser relativamente sencillos. Algunos de estos cuidados son:

  • Lo más recomendable es ubicarlo bajo la semisombra, aunque podemos optar por tenerlo en pleno sol, tratando de que el mismo pueda proyectarse poco a poco, para así lograr que la planta se acostumbre a tal iluminación.
  • En cuanto a la temperatura, prefiere los climas cálidos y no tolera en lo absoluto las heladas, por lo tanto se debe considerar como mínimo los 13ºC, y como temperatura ideal se mantendrá entre los 20 o 24ºC.
  • Es indiferente al tipo de sustrato, pudiendo crecer en muchísimos tipos de suelo, aunque suele ser recomendable que el terreno sea suelto, turboso y con buena cantidad de materia orgánica. Por otra parte, se recomienda aplicar abono especial para plantas verdes con una frecuencia de cada 15 días durante la estación de primavera.
  • La humedad ambiental en la planta no suele ser tan abundante, aunque resultará agradable añadir pulverizaciones diarias en su estructura, siempre y cuando la temperatura no baje de los 15ºC.
  • Los riegos deben añadirse de forma abundante, pues este tipo de planta suele secar el terreno muy rápidamente cuando se encuentra en proceso de crecimiento. De igual manera, tenemos que tener cuidado con no producir encharcamientos, ya que resultarán muy dañinos en el ejemplar.

Enfermedades y plagas del Ficus benjamina

Si descuidamos al ejemplar, podría ser víctima de muchas anomalías, y es por ello que se deberá tomar acciones rápidamente. Algunas plagas y enfermedades que atacan a esta especie son:

  • Hongos: Existen muchísimos tipos de hongos, como la Alternaria o Phyllosticta, los cuales son capaces de producir manchas anormales en las hojas; por lo que se recomienda eliminar cada una de las hojas dañadas para así disminuir la propagación y posteriormente aplicar su respectivo fungicida.
  • Agrobacterium tumefaciens: Es una bacteria muy letal que suele aparecer en las raíces de algunos Ficus, produciéndose por un abuso de humedad en el terreno, y suelen introducirse en las heridas de dichas raíces causando una especie de tumores en la base del tallo, para finalmente destruir el ejemplar en un período de 2 a 3 años. Por desgracia, la enfermedad no tiene cura, por lo que simplemente se debe eliminar la planta dañada y su respectivo sustrato.
  • Araña roja: Se trata de un insecto con tamaño muy diminuto, el cual aparece cuando los climas son sumamente cálidos, y atacan a la planta produciendo diversos puntos en las hojas y manchas de color amarillo, para que luego empiecen a secarse y finalmente caer. Simplemente se recomienda pulverizar las hojas, pues la araña roja detesta la humedad, y además, se deberá aplicar su respectivo acaricida.
  • Pulgones: Son una plaga capacitada en deformar y agregar una especie de melaza en los brotes nuevos, para posteriormente hacer la aparición de un hongo llamado Negrilla. Es recomendable aplicar insecticidas específicos contra este tipo de plaga.
  • Cochinillas: Son reconocidas como una plaga muy común en las plantas, y se trata de unas escamitas marrones que se suelen ubicar en los enveses de las hojas, los cuales atacan a la planta produciendo decoloraciones en las hojas y, a su vez, expulsan un líquido azucarado que posteriormente hará la aparición del hongo Negrilla. Normalmente se le suele aplicar alcohol metílico en las hojas afectadas con un algodón, aunque también se puede optar por aplicar insecticidas sistémicos.