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Prunus padus

Prunus padus

 

Se le conoce como cerezo de racimo, cerezo aliso (castellano), cirerer bord (catalán), otsagereziondoa (euskera) y pao de San Guirgorio (gallego). Es una planta cultivada como ornamental, debido a sus hermosas y vistosas flores en racimos.

Conoce al prunus padus

Es un arbolillo muy apreciado por su amplio valor ornamental, esto es, debido a su multitud de flores en racimos, de color blanco, y apariencia delicada con algo de aroma. Su porte es arbustivo, pequeño y con un follaje moderado; no produce una amplia sombra. Actualmente, es una planta en decadencia a nivel silvestre, por multitud de factores ambientales.

Detalles del prunus padus

Es una planta con la apariencia de un pequeño arbusto a un árbol pequeño, de hasta 8 metros de altura. Su copa no es muy amplia ni extremadamente frondosa, por lo que no aporta una sombra densa. Casualmente, sus ramas al ser rotas liberan un olor repulsivo similar al de las almendras amargas, posiblemente, esto sea un mecanismo de defensa de la planta.

Las hojas son caducas, simples, alternas, finamente aserradas con hasta 10 centímetros de largo, levemente ovaladas; además, dichas hojas presentan un rabillo que normalmente posee dos glándulas de color rojizo o negruzcas. Sus inflorescencias, muy apreciadas, crecen en racimos colgantes, son de un color blanco, pequeñas y aromáticas; de estas flores surgen posteriormente los frutos, de color negro al madurar, pequeños, y en cortos racimos (de allí el nombre común). Estos frutos con comestibles, aunque algo amargos, suelen comerse principalmente en conservas.

Asimismo, sus frutos se destacan por ser el principal alimento de muchas aves, razón por la que en algunas zonas se les llegue a llamar “cerezos de aves”. Además, estos pájaros ingieren sus frutos y realizan la acción dispersora de sus semillas, vital para la expansión de la especie.

Sobre su ecología

Suele ser una planta robusta en condiciones de frío y de sequía, razón por la que se encuentra silvestre en multitud de zonas europeas. Prefiere las zonas levemente húmedas, aunque también le gusta el sol, asimismo, tiene una amplia tolerancia a la sombra. Cabe destacar que no es una especie que forme bosques, pero se le suele encontrar junto a otras especies arbóreas. También puede vérsele en márgenes de ríos, setos o claros de bosques caducifolios, o inclusive, se le puede encontrar en laderas de montañas.

En la actualidad, su número está en decadencia por acción de plagas de lepidópteros, los cuales devoran sus hojas y cubren la planta con seda, causando la muerte de dicho ejemplar en poco tiempo. Particularmente, esta especie es muy sensible a estas plagas, que han mermado la población de cerezos de racimos silvestres, por lo que es una especie protegida en países como España.

En lo que respecta a su propagación, lo hace mediante semillas y por medio de injertos en otra especie de patrón. No obstante, rara vez se emplean los injertos, por no ser una especie comercial muy atractiva. Los dispersores naturales de sus semillas son las aves, y, en menor medida, ardillas y mamíferos como jabalíes.

Situación geológica del cerezo de racimo

Situación geológica del cerezo de racimo

Situación geológica del cerezo de racimo

 

Es una especie nativa en toda Europa, aunque también se encuentra en el norte de África y en el oeste asiático. En España, es más común encontrarlo en la zona norte, centro y oeste, prefiriendo zonas montañosas. Por otra parte, puede crecer en altitudes de entre los 600 y 2200 metros.

Datos curiosos del cerezo de racimo

Su madera es poco usada, aunque muy fácil de trabajar y de un color rosado. Es una especie ampliamente usada en homeopatía para los dolores de cabeza, enfermedades cardiacas y como sedantes; de igual forma, su corteza se emplea como antifebril.

Su principal uso es como ornamental dado su escaso porte, alta producción de inflorescencias muy vistosas, y por sus frutos pequeños y ornamentales; también, debido a su amplia fragancia. Cabe resaltar que, al ser una planta ornamental, tiene la ventaja de ser robusta, resistir sequías, altitud y por ser tolerante a la sombra. Su fragancia también se extrae para elaborar perfumes delicados. Sus frutos negros, aunque comestibles, rara vez son consumidos crudos, porque son amargos y poco apetecibles; sin embargo, pueden ser consumidos en conservas y también es posible otros tipos de dulce con estos.

Antes de finalizar, resulta interesante mencionar que se está fomentando su cultivo porque sus poblaciones silvestres están siendo mermadas por acciones de plagas y medioambientales.

 

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