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Quercus coccifera

Quercus coccifera

 

También conocido como coscoja, chaparro, maraña (castellano), garric (catalán), abaritza (euskera), carrasco y carrasqueira (gallego). Es una planta que crece silvestremente en Europa y que está emparentada con muchos robles.

Conoce al quercus coccifera

Es un arbusto de escaso porte, muy espinoso y ramoso, que es común apreciarlo creciendo silvestremente. Tiene una hermosa apariencia con bordes puntiagudos y, aunque proyectaría buena sombra, su pequeño tamaño normalmente no le permite tal acción. Su copa es levemente redondeada y suele ser irregular. En raras ocasiones logra crecer como un pequeño árbol espinoso.

Detalles del quercus coccifera

Normalmente, es un arbusto pequeño de unos 2 metros de longitud muy ramoso y con espinas; pero en casos excepcionales puede crecer y ser un árbol pequeño de más de 6 metros, pudiendo alcanzar los 12 metros. Su corteza es de color gris ceniza y de aspecto liso, pero con la edad tiende a fragmentarse.

Presenta hojas pequeñas de unos 2 a 5 centímetros de largo con hasta 2 centímetros de ancho. Simples, de tipo perennifolias con forma ovalada u elíptica y presentando bordes ligeramente pinchudos o espinosos; este follaje es completamente liso y lampiño. Casualmente, en ocasiones se podría confundir con las hojas de la encina o del acebo; sin embargo, estos poseen hojas más grandes y de color más oscuro, además, el acebo presenta pequeños frutos globosos de color rojo.

Sus inflorescencias masculinas crecen en largos ramilletes conocidos como amentos. Las flores son pequeñas y poco vistosas de color crema o ligeramente amarillentos; estas aparecen en tiempos de primavera y poseen un número de estambres que varía entre 4 a 10. En cambio, las flores femeninas nacen directo de las ramas y son solitarias o en pequeños grupos de 2 o 3. Tras ser polinizadas por el viento producen los frutos, unas bellotas que al principio son verdes y que pueden tornarse de color castaño al madurar, a veces con algunos tonos rojizos.

Se destaca que, sus frutos maduran en noviembre y son una fuente importante de alimento para ardillas y otros animales que las consumen en el invierno.

Sobre su ecología

Es muy común apreciar la coscoja en zonas de matorrales y en arboledas. Generalmente, produce poblaciones de ejemplares muy juntos y entrelazados, lo que en muchos casos produce una barrera impenetrable. También es una especie muy resistente a las condiciones de sequía, soportando incluso los incendios; pudiendo rebrotar rápidamente tras quemarse.

Es indiferente a todo tipo de suelos, creciendo incluso en aquellos pedregosos y secos; aunque prefiere aquellos básicos e incluso los que tengan presencia de yeso. En estas condiciones, suele desplazar otras especies similares que no toleran estos suelos. Puede crecer desde el nivel del mar hasta los 1200 metros aproximadamente. Se destaca que, a medida que aumenta la altitud, disminuye su tamaño formando marañas.

Ahora bien, como especie se considera clave en los ecosistemas porque otorga refugio a la fauna de las inclemencias climáticas. Tiende a convivir mucho con las encinas, acebuches, algarrobos y en ocasiones con el acebo. Respecto a su tolerancia al frío, no aguanta bien las heladas, prefiriendo los inviernos suaves.

Su propagación se da mediante las semillas, muchas veces plantadas por error debido a las ardillas, ya que estas últimas almacenan las bellotas para usarla como alimentos en el invierno. Tiene un buen porcentaje de germinación y sus brotes crecen con rapidez; igualmente, si es cercenada o quemada, rebrota rápidamente por medio de cepa.

Situación geológica de la coscoja

Situación geológica de la coscoja

Situación geológica de la coscoja

 

Esta especie es nativa de prácticamente la totalidad de la región mediterránea, encontrándose en zonas principalmente del sur y en bordes montañosos. En la Península Ibérica, es muy común en el sur y en el este; siendo más escaso en otras zonas.

Datos curiosos de la coscoja

Su corteza y su raíz contienen gran cantidad de taninos y antaño, que se aprovechaban para curtir pieles. También se elabora colorante negro que, en tiempos antiguos, era usado para teñir el cabello. Sus frutos, aunque comestibles, son amargos y poco apreciados, pero son astringentes.

Asimismo, es usado por su madera dura, pero como los ejemplares tienen porte escaso el rendimiento es pobre. También aporte una buena leña. Medicinalmente, la infusión de sus hojas puede ser empleada para tratar la enuresis en los niños.

Se menciona ampliamente en la literatura por su resistencia. Puede usarse como ornamental y como seto vivo, pudiendo confundirse con la encina y el acebo. Finalmente, su porte escaso y espinoso lo hacen útil para delimitar territorios.

 

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