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Quercus petraea

Quercus petraea

 

También conocido como roble albar, roble (castellano), haritz kandugabea (euskera), roure de fulla gran (catalán), carballo albariño y carballo negro (gallego). Es un roble muy común y muy apreciado en Europa por aportar madera de excelente calidad; así como por otros usos.

Conoce al quercus petraea

El roble albar es un árbol que suele tener una buena copa amplia y abierta, esto lo hace un excelente árbol de sombra siempre que tenga suficiente espacio para desarrollarse, ya que puede alcanzar un gran tamaño. Su porte es muy majestuoso siendo asociado con la resistencia por su dureza y robustez general. Como especie, es muy similar a otros robles, teniendo diferencias menores con especies similares; igualmente, presenta dos subespecies con diferencias claras entre sí.

Detalles del quercus petraea

Como árbol es muy robusto, frondoso y resistente, alcanzando dimensiones grandes. Particularmente, puede superar los 35 metros de altura es condiciones óptimas de crecimiento. Su aspecto es muy semejante al roble carballo. Presenta hojas simples, alternas y de tipo caducifolias; son de lóbulos redondeados. Siendo normalmente lampiñas por ambos lados; de color verde oscuro por el haz y verde claro por el envés. Poseen un pecíolo de unos 2,5 centímetros de longitud. Se diferencian dos subespecies:

Quercus petraea peatraea que tiene hojas más pequeñas, de unos 5 a 13,5 centímetros de largo y hasta 7 centímetros de ancho. Asimismo, poseen 5 a 7 pares de nervaduras en las mismas. En cambio, la subespecie Quercus petraea huguetiana presenta hojas de mayor tamaño con hasta 21 centímetros de largo y 15 de ancho, teniendo a su vez, 7 a 9 pares de nervios en sus tejidos.

Florece en la primavera, presentando flores femeninas y masculinas separadas. Las masculinas crecen en largos amentos colgantes, con un color variable del dorado, amarillo u ocre. Son pequeñas y es el viento el agente encargado de transportar el polen a las flores femeninas, que nacen directamente en las ramas en pequeños grupos o pares y que, tras ser fecundadas, producen el fruto, que son las bellotas de apariencia pequeña y de color amarillo oscuro al pardo. Se destaca que, sus bellotas son un alimento vital para muchos animales como aves y especialmente las ardillas y los jabalíes.

Sobre su ecología

En la naturaleza es posible verle en zonas de cordilleras y de montañas, donde se dan sus condiciones óptimas para crecer. Tiende mucho a formar asociaciones de bosques con diversas especies de pinos, hayas, encinares u otras especies de robles. También es posible verle en bosques de su misma especie. Sea como sea, se considera una especie clave en los ecosistemas porque sirve de alimento y refugio a multitud de especies, e igualmente, combate la erosión por su amplio sistema de raíces. Estas raíces de igual manera le brindan una buena tolerancia a la sequía, porque son muy efectivas en la extracción de humedad de la tierra.

Prefiere las zonas elevadas y montañosas, creciendo incluso en suelos rocosos. Ahora bien, suele ser indiferente al sustrato, pudiendo crecer en prácticamente la totalidad de suelos siempre que tenga suficiente sol y espacio; es posible verle en altitudes que varían entre los 300 y 1800 metros.

Respecto a su propagación, se da perfectamente por semillas, teniendo un buen porcentaje de germinación y un buen crecimiento. En muchos casos, las ardillas plantan esta y otras especies de robles por error al enterrar las bellotas, ya que las almacenan como alimento para los tiempos de invierno. También se le ha visto haciendo rebrotes de cepa.

La longevidad de estos robles es muy similar a la de muchos de sus parientes, siendo en general bastante elevada, superando con facilidad varios siglos de edad.

Situación geológica del roble albar

Situación geológica del roble albar

Situación geológica del roble albar

 

Esta especie es nativa del continente europeo y de algunas zonas del oeste de Asia. Haciendo mención a la Península Ibérica, es más común verle en zonas montañosas del norte, llegando hasta las serranías de Cuenca y Guadalajara.

Datos curiosos del roble albar

Su nombre científico viene de la palabra “Quercus”, que usaban los romanos para referirse a los robles y árboles que produjeran bellotas. El epíteto específico de la especie, petraea viene de la amplia dureza general que tiene su madera, es tan dura que se le compara con las piedras; pero es excelente para trabajos de carpintería y construcción de vivienda.

Antes de culminar, hay que mencionar que se planta como ornamental, árbol de sombra y, su forraje con frutos, son empleados como alimento de cerdos.

 

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