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Quercus robur

Quercus robur

 

También conocido como roble albar, carballo (castellano), roure pènol (catalán), aritza (euskera) y carballo (gallego). Es quizás la especie más conocida de su género, se le llama también roble común europeo por ser la especie más difundida, y desde tiempos inmemoriales el ser humano lo ha usado en multitud de cosas.

Conoce al quercus robur

Es una especie que se caracteriza por presentar un gran tamaño, siendo de los robles más grandes y de los más resistentes. Tiene mucha simbología para el ser humano y ha sido apreciado durante siglos por su dureza y porte imponente. Es una excelente especie para árbol de sombra por poseer una copa de tipo redondeada o irregular, aunque se debe de considerar el gran tamaño que alcanza. Es el árbol nacional de Alemania y Letonia.

Detalles del quercus robur

De un porte muy grande, suele sobrepasar los 30 metros, llegando inclusive a superar los 40 metros en condiciones extremas. Dispone de un tronco que suele ser muy ancho y recto. Su corteza al principio es lisa, pero tras pasar unos 20 años de la vida del ejemplar, se vuelve agrietada y de color pardo grisácea. El follaje de tipo caducifolio mide de 5 a 18 centímetros de largo por 2 a 10 de ancho, con una forma típica del género pinnatilobadas. Tienen un pecíolo muy corto y casi inexistente, espatuladas u oblongas; presentan de 4 a 8 pares de nervios en sus hojas.

Es una especie monoica, presentando flores masculinas y femeninas en el mismo ejemplar, pero separadas. Estas flores unisexuales crecen de manera distinta según su género. Las masculinas crecen en largos amentos y con un color ocre a dorado. En cambio, las femeninas crecen directamente de las ramas, en pequeños grupos o en pares. Se polinizan por acción del viento normalmente.

Tras ser polinizadas, las flores femeninas forman los frutos, que se les conoce como bellotas; el pedúnculo de los frutos es largo, característica que permite diferenciar la especie de sus similares. Se destaca que sus frutos son un alimento básico para multitud de especies animales y que maduran a finales del otoño. Florece de abril a mayo.

Sobre su ecología

Es muy común verlo formando bosques de su misma especie o en agrupaciones propias con otros robles o encinas. También es posible verlo en asociación con otras especies de hoja caduca. Le gustan las zonas de clima templado y fresco donde la sequía no sea muy prolongada y donde tenga a su disposición suficiente luz para crecer, ya que es muy demandante de este factor, especialmente, cuando es joven; aunque soporta la sombra moderada.

Generalmente, tolera todo tipo de suelos siempre que no sean muy secos, y tenga frescura. Encontrándose desde el nivel del mar hasta los 1500 metros de altitud; y aunque sea indiferente al sustrato, prefiere aquellos que sean ácidos.

Suele ser muy resistente a las condiciones frías del terreno, soportando los más cruentos inviernos. Además, también resiste muy bien la poda. En general, es una especie con un crecimiento moderado, más rápido al ser de corta edad, pero que se va haciendo más lento a medida que se vuelve viejo. Curiosamente, es de las especies de robles más longevas, superando los mil años con facilidad. Su propagación se da por las semillas encontradas en las bellotas, teniendo un alto porcentaje de germinación.

Situación geológica del roble albar

Situación geológica del roble albar

Situación geológica del roble albar

 

Es nativo de la totalidad del continente europeo y de la región del Cáucaso. Cabe destacar que, en el territorio de España, el roble albar es más abundante en la parte norte, llegando hasta Salamanca y Cáceres.

Datos curiosos del roble albar

Suele usarse en jardinería como árbol ornamental por su porte imponente y su buena sombra, aunque suele ser de lento crecimiento y requiere espacios grandes para desarrollarse correctamente. Su madera es quizás de las mejores que existan; dura, resistente a la humedad y a la putrefacción. Desde tiempos inmemoriales se ha empleado para la fabricación de barcos y muebles. Por otra parte, es excepcional para la fabricación de toneles y barriles de vino o licores, ya que les aporta color y aroma.

Por otra parte, la corteza del roble albar es muy rica en taninos; y desde hace muchos años se ha usado para curtir pieles. Esta especie tiene una simbología desde tiempos inmemoriales representando su amplia dureza, robustez y porte imponente. Los Celtas adoraban este árbol por sus propiedades. Finalmente, sus bellotas son usadas para la alimentación del ganado.

 

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