Rosal mini

Rosal mini

Los Rosales mini, también conocidos como “Rosas de pitiminí”, son un grupo de cultivares e híbridos del género Rosa que tanto podemos apreciar en jardines domésticos. Su principal característica es su escaso tamaño que se debe a enanismos genéticos. Su hermoso porte enano queda perfecto en macetas y en jardines de interior; donde probablemente las veremos adornando sutilmente con sus bellos colores.

Sus hermosas flores pueden tener prácticamente la totalidad de los colores de los rosales comunes, desde el blanco, amarillo, rojo, rosado, naranja y muchos más. También se destaca que las inflorescencias pueden ser compuestas o simples, siendo siempre el número de pétalos en múltiplos de 5.

Cabe destacar que, desde tiempos inmemoriales han simbolizado el amor más puro y profundo, así como la belleza femenina de la mujer, la sinceridad, la amistad y el valor, han sido cultivadas desde hace siglos. Originalmente, los rosales miniatura surgieron en base a una mutación que les causa enanismo; tal mutación se ha hecho presente en gran cantidad de variedades con el paso de los tiempos, y, los cruces entre sí, han definido las variedades enanas que tanto apreciamos.

Detalles del Rosal mini

Detalles del Rosal mini

Detalles del Rosal mini

 

Particularmente, podemos destacar que, al pertenecer al género Rosa poseen prácticamente las mismas características que los ejemplares de dimensiones mayores; solamente que su porte es reducido por presentar enanismo. Además, la mayoría son descendientes directos de rosales de exterior e, incluso, de algunos tipos con poca domesticación.

Su tamaño es pequeño y rara vez, si se les deja crecer sin control, pueden llegar a los 60 centímetros de altura. Normalmente, su altura ronda los 30 centímetros. Los tallos son semileñosos con corteza grisácea en ejemplares maduros; mientras que los tallos jóvenes son de color verde y con espinas curvadas en toda su superficie.

Las hojas suelen ser compuestas y con un tamaño reducido. Usualmente, presentan de 2 a 7 foliolos. Son imparipinnadas, puesto que terminan en una hojuela terminal. El tamaño de las mismas es pequeño, rondando apenas los 5 centímetros como máximo. A su vez podemos mencionar que tienen el borde aserrado, son de color verde claro y también coriáceas.

El elemento que más sobresale de los rosales mini, son sus pequeñas y vistosas flores que casi siempre son compuestas con un número de pétalos en múltiplos de 5. El tamaño puede rondar entre los 2 y 4 centímetros de diámetro y son muy coloridas. El color es variable puesto que hay variedades de prácticamente cualquier color. Algunos tipos de flores producen una fragancia muy característica y apreciada con la que se elaboran perfumes exquisitos.

Propagación del Rosal mini

Al ser procedente de híbridos, el método de propagación es vía injerto en un patrón de rosal silvestre u otra variedad específica para este fin. Y como son rosales injertados e híbridos, no es común que produzcan frutos. Sin embargo, de hacerlo, el fruto es un escaramujo de color rojo, de pequeño tamaño, globoso, y dentro tendría las semillas como otros rosales.

Cuidados del Rosal mini

Cuidados del Rosal mini

Cuidados del Rosal mini

 

En primer lugar, debemos destacar que los rosales miniatura son especímenes algo delicados, y si no se les sabe tratar, pueden ser afectados por plagas que causen su muerte. Es por esto que si queremos asegurar su correcta proliferación hay que seguir una serie de medidas:

  • En caso de estar al exterior, requiere de iluminación moderada. Si se pretende usar como planta de interiores, es buena idea situarla cerca de una ventana, pero cuidando que el sol no sea excesivo.
  • La humedad es un factor a considerar, pues requiere de buena humedad ambiental especialmente para florecer. En interiores, se puede rociar con un pulverizador cuando el ambiente este seco.
  • El riego debe ser habitual y abundante. Sin embargo, debe hacerse y dejar que la tierra seque, a fin de evitar hongos. Igualmente, es recomendable colocar una capa de grava en la maceta donde pensemos tenerla para que el exceso de agua pueda drenar.
  • En épocas de floración, se debe de abonar periódicamente, especialmente con abonos líquidos. Asimismo, para la preparación del suelo previa a la siembra, es buena idea mezclar la tierra con materia orgánica.
  • Las podas deben hacerse una vez al año, y pueden ejecutarse cortando aproximadamente la mitad del tronco. También es recomendable cortar periódicamente las flores marchitas para asegurar el vigor de las siguientes. Cabe resaltar que, es preferible hacer los cortes en diagonal, a fin de evitar que se acumule agua en los tallos cortados.
  • Debemos cuidarla del frío extremo, ya que prefiere los climas frescos, pero no muy calurosos. Por eso, se prefiere su cultivo en interiores antes que en exteriores, pero en muchas zonas puede crecer sin problema al aire libre.