Rubia peregrina

Rubia peregrina

La Rubia peregrina es una planta trepadora nativa de Europa y Asia, caracterizada por sus peculiares tallos, pequeñas flores y abundantes púas de poco tamaño presentes en toda su estructura. Se puede decir que es una especie perfecta para adornar espacios de soporte, pues alcanza una altura decente y se destaca en su capacidad de crecer en cualquier tipo de suelo.

Es curioso el hecho que posea un sinfín de nombres comunes, entre ellos se puede mencionar “Agarrarropa”, “Rubia brava”, “Hierba rasposa”, “Yerba de serpiente”, “Raspeta, Peganovios”, “Pegajosa”, entre otros. Pudiendo destacar que todos sus nombres aluden a su capacidad de pegarse a la ropa, pues cuenta con un montón de púas que le permite enredarse en lo que se encuentre.

Detalles de la Rubia peregrina

Detalles de la Rubia peregrina

Detalles de la Rubia peregrina

 

Se trata de una planta caracterizada por sus tallos cuadrados de hasta 120 centímetros y por sus abundantes púas que contiene en toda su estructura, desde sus mismos tallos hasta las hojas, lo cual le permite enredarse con facilidad en diversos árboles o sitios de soporte. Por otra parte, su altura suele ser de 3 a 4 metros, aunque de por sí sus lianas tienden a superar dicho tamaño, hasta alcanzar los 6 metros de longitud.

Presenta unas hojas perennes agrupadas en verticilos de 4 a 6 unidades que se distribuyen alrededor del tallo, las cuales son simples y sentadas, de forma elíptica o lanceolada, cuyo color tiende a ser de tonos entre verde brillante y verde claro. También tiene la característica de presenciar diversas púas en sus bordes, nervios y en las 4 esquinas del tallo respectivo.

En cuanto a las inflorescencias, cuenta con flores hermafroditas distribuidas de forma terminal, con un aspecto muy parecido a las panículas. Estas flores presentan una cantidad de 4 a 6 pétalos, ubicadas en forma de tubo, mostrando un aspecto triangular o lanceolado, siendo finalmente de color entre blanco y amarillo.

Posteriormente de las flores surgen los frutos, y se tratan de una baya de color negro, muy similar a las uvas, cuyo tamaño es diminuto. Se encuentran solitarias, y apenas sirven para ser consumidas por las aves, quienes a su vez se encargan de dispersar sus semillas.

Cuidados de la Rubia peregrina

Cuidados de la Rubia peregrina

Cuidados de la Rubia peregrina

 

Es una planta trepadora cuya ubicación se basa normalmente en zonas de exterior, por lo que su resistencia tiende a ser relativamente buena y sus cuidados suelen ser escasos. En un ambiente óptimo podemos asegurar una excelente longevidad de la planta, pero ante un descuido abundante podría presenciar muchos daños, algunos muy mínimos y otros muy severos. Por ello, es recomendable cumplir con los cuidados que se mencionan a continuación:

  • Primeramente, debemos seleccionar una ubicación apta para su crecimiento, siendo necesario ubicarle en una zona con suficiente iluminación y luz solar; no obstante, puede vivir tranquilamente bajo las sombras.
  • Cabe a destacar la excelente rusticidad de esta especie, ya que puede soportar temperaturas extremas, así como también las variaciones de la misma. Sin embargo, tiene la cualidad de perder una cantidad considerable de ramas en la estación de invierno, pero brota nuevamente al llegar la primavera.
  • En cuanto al sustrato, necesita de suelos secos, con poca cantidad de nitrógeno y ligeramente ácidos, pero sin descartar de la misma manera sus merecidos riegos que, a mayor temperatura, más los necesitará.

Datos curiosos de la Rubia peregrina

Aunque no lo parezca, existen un montón de curiosidades presentes en la planta que nos incitará a cultivar un ejemplar de rubia peregrina, ya sea por sus usos industriales o peculiares mitos, pues resulta ser una especie con muchas sorpresas; algunas de estas curiosidades son:

  • La planta posee múltiples usos medicinales, pues su estructura contiene propiedades astringentes y diuréticas, por lo que funciona muy bien para reducir la inflamación de riñón y curar la diarrea, logrando estos objetivos por medio de la decocción.
  • Contiene diversas maneras para añadir colores a distintos productos como, por ejemplo, cuando añadimos unas bayas de la planta al vino negro para que este adquiera su color; y, por otra parte, se puede obtener colorante de tonos rubios, para ser añadidos en tintes y lacas.
  • Se dice que en el siglo XVI, un barrio de Valladolid adquiere el nombre de la planta, “la Rubia”, y esto se debe al abundante cultivo que tenía la misma en la zona, sobre todo los tinteros, que usaban la especie para teñir de tonos color ocre.